12 restaurantes para celebrar una ocasión especial en Monterrey

Cada detalle en este restaurante está diseñado para lograr una experiencia íntima de disfrute, desde su cocina francesa con toques modernos hasta su ambientación. El espacio es sumamente acogedor, tanto en el interior, con obras de arte moderno e iluminación baja, como en su fresca terraza. Así, Grand Cru invita a pasar veladas románticas explorando platos elaborados con ingredientes frescos y ejecutados a la perfección, como salmón laqueado con curry de habanero, filete Wellington, betabel asado con jocoque, gyozas de pork belly y cheesecake con caramelo salado. Cada momento de la comida o cena encuentra un maridaje perfecto, gracias a la impecable labor del sommelier Ludovic Anacleto, que también está a cargo del club de vino del local. Para un toque adicional de romance, los lunes de jazz en vivo son una opción infalible.

Creada por el reconocido chef acapulqueño Eduardo Palazuelos, la cocina de Mar del Zur te lleva a descubrir los sabores de Tailandia fusionados con los de México, resultando en un concepto Mex-Thai. Cada plato de la carta se presenta con una estética creativa y original, que refleja el mismo espíritu aventurero de la carta. La totoaba al cedro, los camarones en-varasados, las carnitas de atún y el rack de cordero destacan entre los favoritos, al igual que el pulpo a las brasas cocinado en horno Josper y los tacos de jaiba suave. Para acompañar la comida, la amplia selección de vinos está disponible por copeo, permitiendo que cada plato sea una nueva oportunidad para maridar. Además, en los jueves de Wine Day, el equipo presenta una nueva etiqueta por descubrir. El amplio y elegante espacio, decorado en tonos neutros con tonos tropicales, propicia las largas pláticas en buena compañía, ya sea una cita en pareja o un sábado familiar.

Con grandes lámparas colgantes y plantas tropicales que evocan la sensación de estar bajo una exótica palapa, este restaurante en la colonia Del Valle da la bienvenida a quienes gozan de los sabores del mar. La variedad en la carta y el formato de los platos los hace perfectos para compartir con quien quieras, ya sea que estés festejando en pareja o con una mesa llena de amigos. Una amplia selección de almejas y opciones es perfecta para abrir apetito y continuar la exploración de platos como taquitos de cangrejo, crema de ostión, chicharrón de pulpo, aguachile rojo, langosta caribeña y rib eye. Los cocteles, servidos en llamativas copas tiki o en formas de animales marinos, no deben faltar en ningún momento.

La muy amada carne asada que reina en esta región encuentra en Cara de Vaca una versión actualizada, divertida y llena de sabor, cortesía del chef Chuy Villarreal. Rindiendo tributo a la cocina de fuego, el equipo ofrece cortes tradicionales, como filete y rib eye, así como galbi norteño y salchicha polaca. Además, otras creaciones como elotes fritos, pollo asado y tacos de pulpo complementan el menú, que llega a su máxima expresión regia los domingos cuando se sirven barbacoa, cabrito y lechón. Así, la semana concluye con el mood perfecto para una comida relajada en familia o entre amigos, disfrutando de la selección de vinos naturales y cocteles clásicos de la casa. El espacio, amplio y luminoso, cuenta con cocina abierta y una hermosa barra central, así como plantas y cálidos detalles en madera que lo llenan de vida.

Con sus amplios espacios, decorados en madera, ladrillo y mármol, Cenacolo honra las tradiciones culinarias de Italia, creando un ambiente muy cálido que invita a todo tipo de celebraciones, desde noches de aniversario en pareja hasta el festejo de un negocio exitoso entre colegas. Desde su cocina abierta se despachan entradas como carpaccio de res con trufa y sopa de lentejas, así como platos fuertes como salchicha romagnola y filete al gorgonzola. Por supuesto, las pastas hechas en casa, como spaghetti all’amatriciana y penne al vodka, son las grandes estrellas. Además, hay opciones de pasta sin gluten. En el horno de piedra se preparan pizzas inolvidables, desde una clásica Margherita hasta una especial con cola de langosta. El Club de los 100 Vinos del restaurante promete un maridaje lleno de sorpresas, basándose en vinos mexicanos e italianos que cambian constantemente.

Una antigua tienda de abarrotes inspira el ambiente relajado y sin pretensiones de este local, que se rige bajo la filosofía “carne asada, tacos y rock and roll”. El entorno es ideal para una noche alegre entre amigos, compartiendo creaciones como montado de callo de hacha, chicharrón de pulpo y tacos de filete con tuétano. A la hora del plato fuerte, especialidades como espina de rib eye y totoaba zarandeada están entre los favoritos, para llegar al gran final con un pastel de zanahoria. Si la celebración es casual, la terraza resulta una delicia, mientras que el bar es la opción para una noche de tragos y buena música.

La tradición japonesa del izakaya, donde se reúnen los amigos después del trabajo cada noche, inspira la experiencia culinaria y de convivencia cercana en Yakitori Ume. Ambientado con lámparas rojas y paredes tapizadas de pósters japoneses, el espacio evoca a los barrios de Tokio, que te transporta e invita a explorar delicias como tradicionales brochetas asadas de res, pollo y vegetales, rib eye en panko, yakimeshi de cerdo y chicharrón de atún con salsa de ajonjolí. Para darle un toque de sorpresa a la carta, el sampler de sushi con sake es una gran manera de probar distintas versiones de estos favoritos japoneses. Los martes en la noche son de jazz en vivo, una excusa perfecta para compartir un rato especial entre amigos o durante una cita romántica, brindando con tragos de la casa como el Mezcal Kyuri, preparado con mezcal, pepino, menta y limón.

Nacido en Nayarit para promover los sabores más frescos y tradicionales de la región, Campomar se ha expandido a distintas ciudades del país, elevando los sabores de estas costas con platos creativos y llenos de frescura. En Monterrey, el espacio asemeja una hermosa casa de playa donde dan ganas de estar por horas, compartiendo una tarde con amigos, colegas de trabajo o familiares, rodeados de música y conversaciones animadas. La botana mixta salseada, los ostiones frescos y las tostadas de atún chiltepín son excelentes para arrancar en compañía de tragos como la Ballena, preparada con mezcal y sandía, para seguir con algunos tacos, como de marlin o jaiba azul, y un chicharrón de camarón. A la hora del plato fuerte no fallan los camarones zarandeados, mientras que el pan de elote promete un final feliz.